Muchos de nosotros pasamos un buen rato frente a la computadora. Sea por cuestiones labores, o sólo por ocio, el tiempo que pasamos frente a la computadora es significativo. En mi caso, por ejemplo, paso cuando menos unas dos o tres horas al día sentado en el escritorio. Es común que terminemos con algún dolorcito de cuello, o el temible (pero típico) síndrome del túnel carpiano. ¿Cómo evitarlo? Gracias a la gente de Tweet Médico, descubro algunos gráficos que ilustran qué debemos hacer, y qué no cuando trabajamos frente al monitor. Pueden ver mayores detalles en el siguiente video
Comencemos por darle un vistazo a lo incorrecto:
Como vemos, los problemas inician desde la postura. Hay que asegurarnos de tener un asiento con respaldo, de modo que no añadamos tensión innecesaria a nuestra espalda. Otro punto a considerar es el soporte que nos aporta tener los pies bien plantados en el físico. También es importante tomar en cuenta la distancia que hay entre nuestro cuerpo y el teclado o el ratón, para evitar dolores posteriores. El monitor no debe causar que giremos la cabeza, pues acumulamos más tensión en el cuello. Importantísima es la iluminación, para evitar el desgaste visual.
Ahora sí, veamos un gráfico que ilustra cómo debemos colocarnos:
Como se observa, los pies están bien apoyados en el suelo, el asiento está alineado respecto a la computadora, situaciones que mejoran la postura y evitan dolores. En el gráfico, la mirada está fija al frente, a la altura de la cabeza y a un brazo de distancia; éste es uno de los puntos más importante a tomar en cuenta, ya que esta posición es difícil de conseguir si se está trabajando en una computadora portátil (laptop). También es importante tener el material de consulta en una posición que evite las torceduras por girar constantemente el cuello.
Como se observa, los pies están bien apoyados en el suelo, el asiento está alineado respecto a la computadora, situaciones que mejoran la postura y evitan dolores. En el gráfico, la mirada está fija al frente, a la altura de la cabeza y a un brazo de distancia; éste es uno de los puntos más importante a tomar en cuenta, ya que esta posición es difícil de conseguir si se está trabajando en una computadora portátil (laptop). También es importante tener el material de consulta en una posición que evite las torceduras por girar constantemente el cuello.
Uso del Mouse:
Su configuración debe adaptarse a la curva de la mano. Tiene que
permitir que se puedan descansar los dedos y la mano sobre él sin que se
active inesperadamente. Que no necesite mucha fuerza para accionarse.
La bola debe estar bajo los dedos. Fácilmente deslizable. Se pueden
utilizar también alfombrillas. Éstas deben facilitar el movimiento del
ratón y no entorpecerlo. Su manejo ha de ser posible para diestros y
zurdos.
Uso del Teclado:
Con el espacio necesario
delante para poder apoyar cómodamente brazos y manos, a fin de reducir
la fatiga en los brazos y la tensión en la espalda. Estar situado dentro
del llamado espacio asequible, que comienza a partir del borde de la
mesa. Así se evitan posturas forzadas, como trabajar con los brazos
estirados. Ubicarse a la misma distancia de los ojos que el resto de
componentes. Es recomendable situarlo justo debajo del monitor. Cuando
se encuentra en superficies laterales con respecto a él, obliga a girar
la cabeza a derecha o izquierda (según esté la pantalla).
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