A fines del mes de enero, miles de padres de familia a nivel nacional se preocupan por matricular a sus menores hijos en los colegios pero, inadvertidamente, postergan para después un tema fundamental: la alimentación de los niños en las escuelas que normalmente está supeditada a lo que comercializan los quioscos ubicados en tales centros educativos.
Por lo general, en dichos quioscos lo que se expende mayoritariamente es la llamada “comida chatarra” que incluye frituras, golosinas, snacks y un largo etcétera. El consumo reiterado de dichos productos puede generar en los niños una serie de graves complicaciones para su salud tales como la obesidad, diabetes, colesterol alto y desnutrición, entre otros.
Esta situación se agudiza si se tiene en cuenta que hoy en día los niños y jóvenes prefieren pasar las horas frente a una computadora o algún juego electrónico antes de que realizar alguna actividad física. Por ello el Perú es uno de los países en América Latina donde el índice de sobrepeso u obesidad viene aumentando vertiginosamente habiendo alcanzado entre el 15% y 18% sucesivamente, siendo los niños de seis a nueve años los más afectados.
Ante este escenario, la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (ASPEC), como parte de su programa “Escuela Saludable”, realizó una llamativa exposición en la que se presentaron dos quioscos: el tradicional o “insano” y el ideal o “saludable”. En la demostración participaron colaboradores que escenificaron los comportamientos típicos en estos puntos de venta así como niños que quedaron sorprendidos con lo que vieron y escucharon en vivo.
Crisólogo Cáceres y Geraldine Maurer, Presidente y Vicepresidenta de ASPEC respectivamente, tuvieron a su cargo la conducción de la dinámica puesta en escena. Cáceres remarcó el hecho de que “un escolar pasa entre 11 y 12 años de su vida en la escuela, lugar donde ingiere aproximadamente el 50% de los alimentos del día. Lamentablemente la calidad y valor nutricional de la comida que consume, deja mucho que desear e implica un riesgo para su salud y vida futura”, acotó.
Para Geraldine Maurer el tema debe ser puesto de inmediato en la agenda de las autoridades. “Desgraciadamente la gran mayoría de colegios tiene alternativas consideradas no saludables para los niños, fomentando el consumo de alimentos denominados chatarra por su alto contenido de azúcar, sal, colorantes artificiales, grasas y grasas trans o saturadas. La ingesta de estos productos no sólo favorece la obesidad, sino que es un problema de salud pública muy grande en nuestro país. Con el correr del tiempo los niños, además de ganar sobrepeso, enferman de asma, hiperactividad, déficit de atención, etc. y pese a que venimos repitiendo lo mismo desde hace años, aún no se percibe que las autoridades educativas hagan algo al respecto. Parece que ni siquiera lo consideran un problema que debe ser resuelto, lo cual es deplorable”, sentenció.
Finalmente, los funcionarios anunciaron que ASPEC seguirá fomentando las escuelas saludables a través de charlas, asesoría y supervisión en coordinación con las autoridades del sector, las municipalidades y los padres de familia organizados con los que mantiene contacto.
PRENSA ASPEC, 27 de Enero de 2011
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