En primer lugar, se debe aclarar que durante este día no sólo se celebra al amor, sino también la amistad. Además, existen diferentes teorías que otorgan a esta fecha el origen del Día de los Enamorados.
Sin embargo, la más popular es la que proviene del siglo III, época en la que el cristianismo era perseguido. Un sacerdote cristiano llamado Valentín decidió casar a las parejas bajo un ritual cristiano a escondidas puesto que el matrimonio se prohibía entre los soldados ya que se creía que los hombres solteros rendían más en el campo de batalla que los hombres casados.
San Valentín protege a los enamorados y auspicia bodas secretas de gran prestigio en toda la ciudad, además es llamado por el emperador Claudio II para conocerle. El sacerdote aprovecha aquella visita para hacer propaganda de la religión cristiana y convencer al emperador para que siga los pasos de Jesús.
Sin embargo, los soldados del emperador le obligaron a desistir y organizaron una campaña en contra de Valentín. Un lugarteniente quiso poner a prueba al sacerdote: le preguntó si sería capaz de devolver la vista a una de sus hijas que era ciega de nacimiento. El sacerdote aceptó y en nombre de su dios obró el milagro. El lugarteniente y toda su familia se convirtieron al cristianismo pero no pudieron librar a Valentín de su martirio. San Valentín fue ejecutado un 14 de febrero.
Pero los enamorados tuvieron que esperar hasta la Edad Media para practicar la costumbre de intercambiar cartas y regalos. Esta tradición comenzó en Gran Bretaña y Francia para luego popularizarse entre los norteamericanos que hicieron lo suyo: adoptaron la costumbre en 1840 con la comercialización de la primera tarjeta de amor.
A partir de este momento el 14 de febrero cobró mayor importancia a nivel mundial y poco a poco la tradición se propagó por distintos países del mundo occidental, aunque ahora también se festeja en algunos lugares de Asia.
Fuente: La Republica
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