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Escucha: una de las premisas para aprender inglés es rodearte de este
idioma. Al fin y al cabo una conversación se basa en escuchar y hablar.
No empieces por conversaciones difíciles con abreviaturas y acentos
cerrados porque lo único que harán será desmotivarte. Lo mejor es que
recopiles audios con diferente nivel de dificultad. Esto te ayudará a ir
asociando palabras y asimilando términos.
- Repite, repite y repite: no hay mejor técnica para memorizar un término que repetirla una y otra vez. Cuanto más utilizas una palabra más fácil te será asimilarla en tu cabeza. Un niño va ampliando su vocabulario a medida que se hace adulto, porque cada vez va utilizando más palabras a la hora de comunicarse. La clave es que repitas y repitas hasta que llegue un momento en que el que asimilarás esa palabra inconscientemente.
- Ocio en inglés: el hecho de escuchar música y ver películas en inglés siempre ayuda. Por un lado mejoraremos.
- Aprende palabras integradas en frases: es muy aburrido memorizar largas listas de palabras de forma mecánica. Lo mejor es aprenderlas dentro de un contexto o una frase, al fin y al cabo, no utilizarás palabras sueltas para comunicarte y además así podrás aprenderlas en base a diferentes contextos.
- Otorga una importancia justa a la gramática: la gramática es importante, pero no es algo a lo que debas dedicarle demasiado tiempo. La gramática es algo que se aprende con el uso. No tengas miedo, aprenderás a fuerza de errores.
- El éxito de la pregunta respuesta: es habitual encontrarse con métodos de aprendizaje basados en la mera repetición, sin embargo existen fórmulas más eficaces, como la de pregunta respuesta. Si el profesor te pregunta y tú respondes, eso te forzará a pensar y a construir tus propias oraciones, sin poder copiarlo de ningún sitio.
- Aprende el idioma de la calle: todo el mundo coincide, lo más difícil a la hora de poner en práctica un idioma es adaptarse al lenguaje de la calle: las frases hechas y las contracciones son un mundo y cuando antes entremos en contacto con ellas mejor. Muchas veces no se dedica el tiempo necesario a aprender el idioma de la calle que es precisamente al que se le da más uso.
- Los phrasal verbs, escrito y oral: son una de las barreras más difíciles de superar cuando estudiamos inglés. Los phrasal verbs son verbos compuestos or el verbo raíz y una partícula adverbial, que en función de cuál sea, cambia por completo el significado del verbo. No hay otro método: los profesores recomiendan memorizarlos y ya está. Una vez lo hayamos hecho, la práctica y la repetición harán el resto.
- No intentes aprender todo: es casi imposible que alguien pueda aprender el 100% de un idioma. Incluso un nativo no conoce la totalidad de su propia lengua, por eso es imprescindible que no quieras abarcar lo inabarcable. Céntrate en el porcentaje de palabras y expresiones más utilizadas en el lenguaje habitual.
- Repite, repite y repite: no hay mejor técnica para memorizar un término que repetirla una y otra vez. Cuanto más utilizas una palabra más fácil te será asimilarla en tu cabeza. Un niño va ampliando su vocabulario a medida que se hace adulto, porque cada vez va utilizando más palabras a la hora de comunicarse. La clave es que repitas y repitas hasta que llegue un momento en que el que asimilarás esa palabra inconscientemente.
- Ocio en inglés: el hecho de escuchar música y ver películas en inglés siempre ayuda. Por un lado mejoraremos.
- Aprende palabras integradas en frases: es muy aburrido memorizar largas listas de palabras de forma mecánica. Lo mejor es aprenderlas dentro de un contexto o una frase, al fin y al cabo, no utilizarás palabras sueltas para comunicarte y además así podrás aprenderlas en base a diferentes contextos.
- Otorga una importancia justa a la gramática: la gramática es importante, pero no es algo a lo que debas dedicarle demasiado tiempo. La gramática es algo que se aprende con el uso. No tengas miedo, aprenderás a fuerza de errores.
- El éxito de la pregunta respuesta: es habitual encontrarse con métodos de aprendizaje basados en la mera repetición, sin embargo existen fórmulas más eficaces, como la de pregunta respuesta. Si el profesor te pregunta y tú respondes, eso te forzará a pensar y a construir tus propias oraciones, sin poder copiarlo de ningún sitio.
- Aprende el idioma de la calle: todo el mundo coincide, lo más difícil a la hora de poner en práctica un idioma es adaptarse al lenguaje de la calle: las frases hechas y las contracciones son un mundo y cuando antes entremos en contacto con ellas mejor. Muchas veces no se dedica el tiempo necesario a aprender el idioma de la calle que es precisamente al que se le da más uso.
- Los phrasal verbs, escrito y oral: son una de las barreras más difíciles de superar cuando estudiamos inglés. Los phrasal verbs son verbos compuestos or el verbo raíz y una partícula adverbial, que en función de cuál sea, cambia por completo el significado del verbo. No hay otro método: los profesores recomiendan memorizarlos y ya está. Una vez lo hayamos hecho, la práctica y la repetición harán el resto.
- No intentes aprender todo: es casi imposible que alguien pueda aprender el 100% de un idioma. Incluso un nativo no conoce la totalidad de su propia lengua, por eso es imprescindible que no quieras abarcar lo inabarcable. Céntrate en el porcentaje de palabras y expresiones más utilizadas en el lenguaje habitual.
Muy buen aporte. Aunque sea difícil, aprender una segunda es una herramienta fundamental actualmente. El solo hecho de ser bilingüe genera grandes oportunidades no solo en el ámbito social o cultural, sino también en el plano profesional.
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